La realización del libro RANITAS llevó cerca de ocho meses. Los primeros guiones fueron escritos en setiembre de 2010, y las últimas páginas fueron dibujadas en abril de 2011. El objetivo era tener el libro pronto para Montevideo Comics, el 14 de Mayo de 2011. Para ello tracé un cronograma que debía cumplir a rajatabla si quería entrar en imprenta la última semana de abril, quince días antes del evento.
Fue así que durante esos meses las páginas de RANITAS viajaron conmigo por todos lados, aprovechando cada rato libre que tenía para seguir el dichoso cronograma.
En Octubre de 2010 viajamos al primer Crack Bang Boom en Rosario, Argentina, con Matías Bergara, Rodolfo Santullo, Roy & Bea y Silvio Galizzi.
Antes de salir cargué en el teléfono el guión del capítulo “Problemas con los Rugbistas” y usé cada rato libre que tuvimos en la convención para bocetar las páginas.
También aproveche para ir hasta La Floresta para sacar fotos de referencia como esta, en las desoladas ruinas de la antigua discoteca El Fuerte.
Sobre la mesa: páginas terminadas, el guión, los bocetos y una página a medio dibujar de “Las bandas que dejaron de ser tuyas”.
Una vez terminada la convención algunos nos fuimos unos días a Cusco para visitar las ruinas Incas. Algunas tardes, luego de los paseos, nos juntábamos en el lobby del hotel a dibujar. Mis humildes ranitas compartieron mesa de dibujo con Gustavo Sala, Fabio Moon, Horacio Altuna y Will Dennis (editor de Vértigo).
El último día de Cusco estaba destinado a visitar Machu Picchu (Básicamente habíamos viajado para eso). A las 5 nos pasaron a buscar por el hotel. Hicimos una hora de ómnibus hasta la estación de tren, que nos conduciría hasta Aguas Calientes, y de allí a Machu Picchu. A los 45 minutos de trayecto el tren se detiene en la mitad de la selva. Había ocurrido un derrumbe pocos kilómetros más adelante, y debíamos detenernos un rato hasta que despejaran la vía. Al mejor estilo LOST, todos bajamos del tren en medio de la nada intentando comunicarnos entre nosotros para ver si alguien tenía noticias. El “rato” se transformó en horas. Muy largas horas. Como el tren hace un trayecto corto, no tenía ni comida ni bebida.
En una actitud digna de Sawyer, me robé las últimas tres cervezas del tren. Acá estamos con el botín.
Al acercarse la noche, nos dijeron que debíamos regresar pues el bloqueo era más grave de lo que pensaban (luego supimos que debieron dinamitar las piedras). A la mañana siguiente regresamos a Lima sin haber podido llegar a Machu Picchu, aunque con el mínimo consuelo que esas piedras gigantes podrían haberse caído sobre nuestras cabezas…
De regreso en Montevideo, terminé los capítulos finales (El Metal de La Factoría, El Jurado de Montevideo Comics) y por consejo de mi editor Rodolfo Santullo, agregué un epílogo con la historia de mi fracaso en los Fondos Concursables 2010. Una vez terminada la historieta, me pasé un fin de semana entero borrando los lápices. Consejo para los dibujantes: si dibujás 150 páginas, andá borrando de a poco. No lo dejes para el final porque vas a terminar con el peor calambre de tu vida…
Los últimos días antes de entrar en imprenta llegaron las colaboraciones de mis amigos: un espectacular dibujo de Matías Bergara para el índice, los dos prólogos de Silvio Galizzi y Rodolfo Santullo, la ayuda ortográfica de Clara Esmoris y el diseño de Ale Urrutia, primero desde Japón y luego desde Perú (el muchacho viaja mucho).
El viernes 29 de abril estuvo pronta la prueba de impresión, de acuerdo al cronograma que había trazado en setiembre el año anterior. Quince días después, RANITAS era presentado en Montevideo Comics.
Un mes después, volvimos a viajar a Rosario para la nueva edición de Crack Bang Boom junto a Matías Bergara, Rodolfo Santullo, Roy & Bea y Silvio Galizzi. El año anterior RANITAS era solo unas páginas sueltas, varios guiones y unos cuantos bocetos. Un año después, ya era un libro que andaba entreverado entre los de mis colegas y amigos. Para mi enorme satisfacción, la recepción del trabajo fue calurosamente buena.
5 comentarios:
qué buen post carajo
después lo vamos a ler en forma detenida, un abrazo y que continúen los éxitos!
Grande Peruzzo.
Me olvidé de contar que los hijos de puta de Perurail no nos devolvieron un peso de la guita que pagamos adelantada por ir a Machu Picchu (como Fujimori les dio la concesión -monopólica- por 50 años, se cagan de risa) así que esas 3 cervezas estuvieron muy bien robadas.
Genial la crónica.
(Las pobres ranas tienen un estrés que ni croan! Ya te van a agarrar los de Grinpís.)
Ta, no te preocupes por la Ciudad Perdida de Machu Picchu que está en ruinas, ni techo tienen las construcciones.
Genial post!
ahora tenés que sacar el libro "Detrás de las Ranitas" para luego sacar the Absolute Edition con todo junto ;)
abrazo
roy
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